Heroína posmoderna. Acarrea una dura infancia. Aún conserva las pesadillas, los inolvidables resquicios de la etapa que forja su carácter. Sufre y no cruza los brazos, contraataca. Responde a los abusos con mano dura, aún más dura. Así es y así crece pues se ve envuelta en un ambiente decadente y su alimento más preciado es la venganza. Podría ser un estandarte de un progresismo feminista llevado al extremo. Ansía libertad, siempre con espíritu de venganza hacia todo hombre que no ame a la mujer.
Es una ‘malvada’ justiciera. Su moralidad es escasa, el límite de lo justo/injusto y moral/inmoral de sus actos es muy difuso y va en relación a sus dos preciados motivos: venganza generalizada y libertad ansiada. ¿Sus actos son siempre para hacer ‘el bien’? Es discutible, ya que en muchas ocasiones es por ‘su bien’, actúa en base a sus deseos y sus convicciones.
Puede llegar a ser un icono y puede que sea un tanto peligroso, ya que si bien la intención es buena, el modus operandi a veces no. Es decir, parte de un silogismo peligroso:
->Ha habido y hay hombres violentos. Queremos y nos dirigimos a una sociedad igualitaria. Ergo, mujeres más violentas y ya tenemos igualdad.
De todos modos, el personaje de Lisbeth tiene mucha fuerza y se consigue captar el mensaje. Su estética es poco convencional, más bien suburbana, entre emo y heavy pero con personalidad. No es guapa pero sí muy atractiva. Inteligente a más no poder, solitaria, fría, desconfiada, decidida y un tanto desequilibrada. Combinado con la dura infancia, son algunos de los típicos ingredientes del ‘genio’.
La ‘antiheroína’ que llegas a amar, porque es heroína aunque tenga un tanto de ‘anti’. Quieres que sonría, que se vuelva ‘buena’, aunque la venganza ha anidado con muchísima fuerza en su cerebro y actúa como pupilas en sus ojos y como vendaje en las comisuras de sus labios, negándole la sonrisa.
También es destacable la adopción de características con connotaciones negativas: violenta, antisistema, antisentimental y experta en tecnología. Características plasmadas en la mayoría de los casos en una figura masculina, es ahora Lisbeth quién las encarna. Es hacker, no cree en la justicia más allá de su justicia y le gusta el sexo sin compromiso, impulsivo, sin vínculo afectivo ni sentimiento alguno. Además y para echar más leña al fuego, es bisexual. Es progre pero progre, aunque es un arma de doble filo.
Ayer me deshice de los libros de Larsson. Hip, Hip...Hurray!
La estantería estaba agonizando y los demás libros empezaban a recubrirse de una capa de moho, quejándose silenciosamente por las noches y llamando mi atención a todas horas. Los libros de Larsson querían más protagonismo.
La semana pasada las cosas empezaron a ponerse feas. Me encontré Veinte poemas de amor y una canción desesperada en el suelo y a Lolita en el techo con un punto de libro en el trasero, guiñándome el ‘ojete’. Tenía que hacer algo. No me quedaban cerillas y anteayer me bebí el último bidón de gasolina, tampoco pasaba corriente…me limité a enviar los libros al pueblo para que descansaran en paz en el estante del olvido, aguardando su destino: acabar amontonados en cajas tarde o temprano.
¿Seminario? Chévere o –como Sarandonga- cuchíbiri, cuchíbiri. Es actual, sí. Y no por eso es bueno. Y sí, es bueno, pero no es actual. O sí, está bien o…no está mal, no es que no sea actual, es que sí que lo es. Puede que sea yo…o ¿eres tu? Son ellos ¿Son ellos o somos nosotros, Perceval?
Scan finalizado. Tengo 3 infecciones y 25 avisos. Ayer enchufé el ordenador y hoy tengo 3 infecciones y 25 avisos. Es el cuarto año de carrera. ¿Cuántas infecciones y cuántos avisos tengo? Quién sabe, quizá 3 quizá 43. Me encanta planear, levitar o –como diría Loriga- chapotear; me encanta (y detesto) el periodismo de la facultad. El reino de la superficialidad. Qué digo reino… ¡esto es un imperio! Qué bonito el chapoteo, qué lindo el periodismo. Encerrado entre cinismo, maniobras de escapismo. ¿Dónde está el acelerador, cielo? Desencanto, falta de uso…me cuesta Dios y ayuda encontrarlo. De todas formas, es curioso escapar llegando a la meta. Que bonitos los oxímoron. Diría que a medio río hubiera dirigido mi canoa de paja –antaño era una arca preciosa cargada de ilusión-, hasta la orilla y habría escalado la montaña o bajado a la plana, mas en un lugar de la mancha cuyo nombre sí recuerdo (F.C.C.) me dormí con los ojos abiertos. Ahora creo que empiezo a vislumbrar el mar. Adelante, a correr, navegar o nadar. Llega el sprint final y sigo inerte, dando alguna que otra pataleta. Lluvia de cristales rotos y riffs a diestro y siniestro, pero voy a desembocar al mar. Peces y peces, capote y birrete. ¿Eso es sal o serrín? ¡Mamá, mamá, mira cuántos licenciados! Aterrador. Au revoir.
¿Odio y perversión? ¡Mogollón! Larsson y Millenium, buena elección. Bien, sí. El siguiente semestre ya no será tan ‘actual’ (¿vale el hipotético lanzamiento del tercer film?). Es un pelmazo no poder reciclar pero es mejor para el medio ambiente, en este caso.
Mi sorpresa fue agradable al saber que el encargado de impartir la asignatura era –nada más y nada menos- que el siempre interesante y respetable Perceval. Me decepcionó ver que algunos power points usados en clase eran extraña y perfectamente parecidos a los de otra materia distinta que cursé el año pasado, pero no teníamos que hablar de moriscos. Me alegré. Lo de crear un blog me sorprendió más bien nada; le encantan los blogs y sobre todo que escribamos algo en ellos. La comunicación interblogal es nula y la proyección exterior tiende a cero, pero esto es culpa nuestra. La verdad es que esto de los blogs está bien, hay libertad absoluta. Os lo voy a demostrar, estad atentos... ¡CACA PEDO CULO PIS! Dios, qué sofocón, qué estupor.
Maravilloso seminario, pero ya está. Ya está. Ya hay paz. Se acabó hablar de violencia y buscar violencia y rebuscar odio y esperar comentarios previsibles y canónicos…violencia caca, armas caca. Peace & Love rules, my friends. La violencia no mola, tampoco el discurso vacío de necia repulsión a todo lo que no sean caricias, besos y mimitos. Por esto y por todo lo demás, buen seminario, Sr. Perceval, hemos podido ver, valorar, comparar e interpretar a nuestro gusto y jugar a partir de una buena baraja e incluso buena mano.
Espero no molestar con estas líneas de palabras necias y caos semi-organizado.
En Josep Maria Perceval ens va demanar aquest dimarts a classe que féssim un comentari sobre el curs i, especialment que el citéssim. Més concretament va dir: “Me gustaría que me citaran” per així demostrar la seva presència. Aquí tens doncs, José Maria, una cita directa i una indirecta. També ens va demanar la nostra opinió sobre el Seminari.
Crec que no sóc la única que va triar el Seminari de Qüestions d’Actualitat per ell. José Maria Perceval és recordat per molts de nosaltres com aquell professor que ens va rebre amb un somriure i ens va amenitzar les classes d’Història de la Comunicació amb les històries d’amor d’en Jordi i la Marta ja fa més de quatre anys. I sí, perquè no rememorar aquella època d’ingenuïtat i il·lusió al darrer any de carrera?
A això cal sumar-hi el tema del seminari, l’odi i la perversió. Personalment, sempre m’agrada pensar en la bondat humana i en la força de l’amor, però és ben cert que té certa morbositat sentir a parlar de l’amargor i de la violència inherents a la nostra existència. Més enllà de la violència física hi ha la ideològica. Parlar del masclisme i la virilitat, el monoteisme o els estats policials i la seva associació, és interessant. M’agradaria destacar un dels temes que més m’ha cridat l’atenció que va tenir lloc el darrer dia a classe, José Maria Perceval intentava fer-nos entendre la cerca de la veritat i la justícia de Michael Blomskvist a la sèrie Millenium. El més interessant va arribar amb aquesta frase: “La Justicia pide a la Libertad que anule a veces su libertad para encontrar la verdad”. No negaré que inicialment em vaig fer un caos mental entre justícies i llibertats amb majúscules i minúscules, però adornar-me que moltes vegades ens intenten pendre la llibertat amb la suposada finalitat d’aconseguir el bé de la societat em va deixar sorpresa.
D’aquesta temàtica, la moralitat i la justícia, el sexe, la raça i la classe social, la veritat i la vida, va la sèrie de llibres best seller d’Steg Larsson, Millenium. I aquí entra la meva part discordant amb l’assignatura. No tothom té perquè haver llegit un best seller i potser no en té ganes, no per la temàtica ni per cap odi irracional cap a l’autor, sinó que espera llegir-lo en una etapa de desintoxicació. I aquest és el meu cas personal. Vaig al metro i són innumerables els llibres de la trilogia que veig (una jove llegint Els homes que no estimaven les dones, una treballadora de TMB amb La reina en el palacio de las corrientes de aire), vaig al cinema i m’ofereixen veure Millenium 2, els meus amics ja n’han vist la primera part. De veritat crec que per gaudir d’una literatura densa i, perquè no, traumàtica com aquesta, és necessari temps i no un ambient de pressió constant.
Conec la Lisbeth Salander, la seva tràgica història i el seu encant embolcallador, Michael Blomskvist i les seves ànsies de veritat contrastades amb la lleu covardia. I és que fa mesos que, miri on miri, Millenium hi és, també al Seminari que imparteix José María Perceval.
Fa uns dies a classe es va preguntar què ens feia por. Ara que està d'actualitat, he retrobat una imatge que m'en fa, o millor dit, un fragment d'imatge:
Centelles.
Si endevineu que el que em fa por sobretot és l'home de la pistola, i /o coincidiu, tan de bo em pugueu donar una explicació.
M'ha vingut al cap una pel.li en què hi havia uns quants homes que havien aparegut a fotos de les grans catàstrofes mundials. Eren una mena de turistes del desastre, que pagaven per viatjar al temps en què passava la desgràcia pel simple fet de presenciar-la. Sabeu el títol?
Amb això vull dir que en la por que em desperta aquest home hi ha alguna cosa d'incoherència temporal, que el desvincula de la percepció històrica tornant-lo més real i potent...
Descarto la hipòtesi de la sorpresa per no ser a l'exemplar més difos.
Sobre la gestió de la informació de l'estat sobre el ciutadà per combatre el mal.
Vaig llegir a The Guardian que la policia britànica ha creat un registre secret on s'inclouen les dades de qualsevol persona que exerceixi el seu dret a manifestar-se amb l'objectiu de combatre un terme que ultimament s'han inventat els cossos policials: extermisme intern. There is no official or legal definition of the term.
De manera que els oficials proven de definir-ho com els individus o grups "that carry out criminal acts of direct action in furtherance of a campaign. These people and activities usually seek to prevent something from happening or to change legislation or domestic policy, but attempt to do so outside of the normal democratic process."
El National Public Order Intelligence Unit (NPOIU) és essencialment una gigantesca base de dades -noms, fotografies, descripcions, pseudònims - sobre grups d'activistes i manifestats, amb el propòsit d'agrupar i analitzar informació relativa a activitats criminals al Regne Unit que suposen una amaenaça a l'ordre public.
I és que, "Just because you have no criminal record does not mean that you are not of interest to the police," diu el coordinador nacional de l'Associació d'oficials de policia. "Everyone who has got a criminal record did not have one once."
Per si les mosques. Tot manifestant que no es queda a casa veient la tele és sospitós.
Sílvia Plana Subirana
Antes de empezar a divagar sobre la moralidad de la pérdida de intimidad dentro de la sociedad, me gustaría definir que, para mi, las novelas de Larsson se basan en una ficción un tanto extremista para cuestionar la perfección de la considerada una de las “mejores sociedades democráticas”.
Este cuestionamiento sirve, a la vez, para oponer la naturaleza humana al orden social establecido. Existe un abismo entre moral y ley, entre la responsabilidad personal frente al mal y la represión necesaria del mal por parte del estado para eliminarlo. Larsson consigue que sus lectores opten por y anhelen la venganza de Lisbeth, dejando de confiar así en la clase política dirigente. Están a favor de la venganza y en contra de la ley. Éste es el poder de atracción de la enigmática Lisbeth Salander.
Lo que también nos muestra Stiej Larsson es que la venganza es algo inherente al ser humano, así como también del estado. Aún así, a título personal, me gustaría remarcar que la debilidad moral del estado es evidente, que no cuenta con suficientes mecanismos para luchar contra el mal, y es que no debemos que olvidar que aquellos que conforman el estado son políticos y funcionarios, es decir, personas. El estado como institución no es más que una apariencia, ya que aquellos que lo mantienen son los seres humanos, corruptos y vengativos, como Lisbeth.
El autor de Millenium propone un avance del poder des estado sobre el derecho a la intimidad personal, un derecho fundamental, en defensa de esta misma intimidad. Es decir, que su propuesta se basa en la contradicción de vulnerar la intimidad en beneficio de ella misma. Es decir, que todo el mundo se convierte en sospechoso de antemano: “No has echo ningún delito, pero seguro que en algún momento lo harás”. Además, ¿estaría la gente dispuesta a perder su intimidad en beneficio común?, ¿cuál sería el beneficio real?. Porque no debemos olvidar que aquellos que hacen el mal normalmente son los más hábiles para esconderlo.
Pero esta no es la única problemática que se crea. A la hora de decidir quién va a gestionar esa información íntima y personal para usarla en beneficio de sus derechos y de los más débiles, la respuesta sólo podría ser un ente público, imparcial, sin intereses privados y, sobretodo, honesto. La primera respuesta que nos vendría a todos a la cabeza sería: el estado. Pero, ¿quién nos asegura que el estado va a gestionar correctamente esta información? Porque no debemos olvidar que, como ya he mencionado, el estado está formado por personas. Según la propuesta de Larsson, ¿van a gestionar ellos mismos su propia información íntima?. Lo que se destila de todo esto es que este nuevo modelo se ve muy vulnerable a la corrupción.
Como conclusión, parece que Stiej Larsson propone una utopía de sociedad transparente partiendo de un cambio en la moral, lo que conllevaría una nueva política, una nueva policía y un nuevo periodismo. Propone cambiar el sistema de valores incrementando la presión del estado sobre los ciudadanos, aunque creo que de este modo no se conseguirá una sociedad más honrada ni mucho menos mejor. Y es que no tenemos que olvidar que el ser humano es “animal”, no se puede racionalizar ni socializar su esencia. Como dijo Hobbes, “el hombre es un lobo para el hombre”. Y yo, como mínimo, no estoy dispuesta a dejar mi intimidad y mi vida en manos de un lobo.
Víctor Albadalejo i Jové
Invoquem d’entrada uns quants tòpics que em resisteixo a apartar (qui sóc jo per fer-ho). Primer, assenyalar la continuïtat històrica del dilema del control social. Quis custodiet ipsos custodes? –qui vigila el vigilant-tutor, en versió Larsson-. Després, la gran notícia dels nostres temps: l’11 –S i el control per ‘equilibrar’ l’equació llibertat-seguretat. Sitel, les càmeres del Raval…Una veu de fons s’afegeix a la reunió, últim convidado de piedra: I a Millet, no el va vigilar mai ningú?
De si jo em sento controlat com a individu aparentment inofensiu i de com veig aquest control global, que constato que existeix, com a intent d’abarcar allò inabarcable:
La llei mateixa és en si un mecanisme invasiu de control ja utòpic, no cal anar a Orwell i el seu anti-. El percentatge de control és l’excepció, la selva segueix imposant-se.
Em comentava un amic l’altre dia que el cantant Albert Pla ens va fer saber en una entrevista que el primer que diria als seus fills és: amagueu-vos! Venia a explicar després que en aquesta vida, si hom vol existir més que tangencialment; ha de burlar la llei més d’una vegada.
Tan asfixiant és? Estic escrivint a internet i necessito una I.P. El meu navegador, Google Chrome, un portent de velocitat, ha pensat que puc visitar llocs sense deixar rastre; i ha habilitat un mode anormal anomenat ‘incògnit’. O sia, que tothom és conegut, normalment. Tan asfixiant? Algú s’ho pensa, abans de baixar-se l’últim de Sabina, més que no pas fa 10 anys, on Sabina probablement també estava traient l’últim; fos cas que algun/una policia piqués a la porta.
Doncs no ho fem, vegem una vida una miqueta més descafeïnada. Res de porno, res de descàrregues il.legals, res de marihuana, evidentment; evidentment, res de comentaris als webs censurant tal o qual polític amb to propi de natural indignació…Agafo el metro per anar a la universitat. A l’andana hi ha càmeres, i als vagons (encara que no sé on concretament). El Víctor a qui de petitet varen robar el primer mòbil uns –diem-ho- gitanos al pas per l’estació de La Pau (paradoxa subratllada) ho agrairia. El robatori és una tècnica de redistribució de riquesa molt freqüentat a la perifèria d’on sempre marxo. I ara que no em robaran perquè sóc jove i vaig més aviat justet, m’agrada que algú em pugui saber les hores? No. Hosti, i si un dia vull desaparèixer?
Com a ciutadà que pocs delictes cometria perquè ja estic acostumat al passament, pateixo aquí un acomodament de què hauria renegat als 18; quan em revoltava contra la seguretat que el nen vol i contra la previsiblement augmentada seguretat que un adult desitjaria. Lluny de mi, deia, la comissaria que en altres temps hagués preferit a peu de carrer.
No és petit el que es planteja aquí. Acceptar la presència d’un àrbitre en aquestes circumstàncies, sense entrar encara a jutjar el mètode, duu implícit consentir el partit. Si accepto el control, accepto la propietat privada, accepto l’autoritat superior i armada, i accepto el càstig a un culpable que ho és per raons que potser caldria disseccionar (i qui saps si, la culpa aleshores s’escamparia inacabablement, com una nebulosa paralitzant). Però ho faig.
Segona part. Accepto el contracte social, i el vot majoritari decidirà. Uns senyors que ni jo ni ningú altre ha escollit directament – i això és important- per a tal comesa, i que, estirant el cabdell Larsson, possiblement siguin –alguns d’ells- encara menys fiables que els actuals propietaris d’aquell Nokia ‘prestat’, s’ocupen d’afers determinants de la vida dels meus congèneres.
Alguns congèneres estan –raons a banda- objectivament necessitats de tutelatge. El seu camí és fosc. Molts no creiem necessitar-ne, per tant la invasió en alguns aspectes es justifica apel.lant a la llibertat que en la seguretat existeix (abans mencionada). Es fa un bé, una ajuda objectiva i que també objectivament perpetua el sistema, posant pedaços a les escletxes en previsió.
Jo estic esgarrifat de pensar que el meu vot refrenda els tutors excepcionals tocats de l’ala que malatendran gent problemàtica que ves a saber si ho és perquè l’estat no ha fotut mà en altres llocs per solucionar-ho abans. Per tant, el primer impuls seria, perquè això no passi, que no n’hi hagin, i de pas que tot peti perquè es destapin els errors. (crec que ja Pla deia que els catalans no volem o no sabem tenir estat).
En la segona reflexió, introdueixo la idea que si altres ho haguessin fet petar tot, potser jo no existiria. I com que el mal menor és un dels déus contemporanis – amb Churchill de profeta quan deia allò del less bad- i a la meva escola religiosa em van ensenyar que les altres utopies – no la llei- en clara tautologia, utopies són, em prostro esgotat davant el déu i segueixo amb la vista la trajectòria del guant de fabricació sueca llençat per la Sílvia. Cal transparènciaaa...
Havia escrit un llarg paràgraf aquí, però m’he adonat que es pot sintetitzar en: si decidim que ens manin, ens hem d’implicar molt, molt perquè el control sigui immaculat, i només l’imprescindible. Com?
Oriol Bosch Noguer --> Big Brother!
És evident que estem tendint a un control cada vegada més fort i a una intimitat i ‘llibertat’ cada cop més dèbil. Manen les estadístiques. M’explico. Si posant 300 radars i limitant la velocitat a 50 les estadístiques milloren, el resultat és més que satisfactori, és un èxit. Càmeres de vídeo vigilància...Si en posem a casa nostra i als comerços per estar més segurs i evitar robatoris/furts o si més no enxampar als culpables, per què no utilitzar la mateixa lògica al transport públic, al carrer i a tot arreu? Si l’Estat gestiona informació personal dels ciutadans i amb això aconsegueixen detenir a assassins potencials o a algun terrorista despistat, per què no fer-ho?
És moral? Sí. És agradable? No. El control d’informacions íntimes dels ciutadans és una mesura autoritària i un pèl exagerada, però també eficaç ja que pot donar bons resultats de cara a ‘combatre el mal’ i a evitar l’escapisme dels delinqüents. Sobre evitar els delinqüents potencials ja és més conflictiu, ja que haurien d’acumular molta informació i l’accés a aquesta seria difícil, encara que sigui per falta de personal dedicat a observar i investigar els ciutadans un a un.
Podríem parlar de Dolly. Agafem un ciutadà modèlic, que compleix les lleis a la perfecció i és un santet. N’extreiem aquests valors i fumiguem a tota la societat perquè s’ empapar d’aquests, que quedin inculcats. Ja tenim moltes ovelles. A més ens armem de moltes i bones mesures coactives penals, l’ajuda dels mitjans de comunicació. El problema és que alguna ovella ens pot sortir esguerrada, que vagi a la seva, a contracorrent i a més s’endugui amb ella a més ovelletes. Una manera d’evitar-ho podria ser controlar la informació íntima i personal per fer el sistema més eficient.
¿És violència consumir prostitució? ¿I ser prostituta? ¿I ser propietari/soci d'un prostíbul? ¿I un club d'streaptease?
És trist, però han hagut de sortir unes fotos molt explícites i degradants aquest estiu (i el NY Times ha fet un reportatge sobre la "merda" en què s'està convertint Barcelona) perquè s'encenti el debat sobre la prostitució. I ara té un interès mediàtic més que elevat. Està a tots els magazines, taules rodones...Ha començat el bombardeig, com quan la violència de gènere va començar tímidament a convertir-se en protagonista de les portades de diaris de dreta i esquerra.
I el que més m'agrada...És Barcelona un centre intel·lectual i cultural del mediterrani? És Barcelona una de les capitals europees, símbol de progrés i pensament? O és un abocador d'erasmus borratxos i festa lasciva, luxúria desenfrenada?
Has vist el videoclip de I want to break free? Has vist Thriller? Sí, i segurament també el de She Wolf. Però Karma Police? Sí, pot ser. Però tornem-hi....
Watch it, feel it, get the lyrics. Lo vi por lo menos veinte veces en una noche, urgando en la tapicería del coche, la chupa de Yorke, en quién conduce, quién canta y quién corre, pero tú...¿qué ves?, ¿dónde querrías estar, dentro o fuera? El cotxe és sinistre, però d'altra banda...la víctima és el pobre desgraciat que corre mirant enrere suplicant perdó. No te lo pienses tanto...¿Quieres ser la víctima o el verdugo, amigo? Però...Per què el persegueix? Què ha fet?
This is what you get, This is what you get, This is what you get when you mess with us
It's the Karma Police. Se basa en la fachada. Armada con prejuicios y un coche de chulo putas persigue a los que parecen malos. Però realment ho són? Lo parecen, que es lo que cuenta, compi. Ven, te enseñaré en qué consiste la tarea de la policía del Karma:
Arrest this man, He talks in maths, He buzzes like a fridge, He's like a detuned radio.
Arrest this girl, Her Hitler hairdo is making me feel ill and we have crushed her party.
Te gusta, cielo? Es lo que el mundo necesita. Una policía del Karma para perseguir a los malos malotes. Pero...¿Por qué te vas? No corras, no te voy a pisar los talones. Tú eres bueno, ¿no? ¡NO! ¡Deja eso...!
For a minute there, I lost myself
Phew...Els he despistat. Però...qui eren? Fantasmes de la societat? Ara sóc un assassí? No cariño, no te preocupes. Somos la policía del Karma, la injusta justícia o justa injustícia; somos los que señalan, castigan y perdonan, pero no somos nadie. Estamos...en ti y en todos.
